La inyección de grasa es la inyección de células grasas tomadas de un lugar a otro con una aguja. El sitio que se toma suele ser el abdomen. Las células grasas dadas continúan viviendo en sus nuevos lugares y actúan como relleno allí. El éxito de la inyección de grasa depende de la supervivencia de las células dadas. Si las células inyectadas mueren, al cabo de unas semanas desaparecerá el efecto de todo el relleno. En resumen, la grasa muerta se derrite. Hay muchas técnicas y herramientas diferentes para inyectar grasa. Básicamente, las grasas se toman con inyectores de liposucción especiales y se transfieren a otro inyector y se inyectan en sus nuevos lugares. En ambas fases, no hay necesidad de hacer cortes ni puntadas.

El éxito de este proceso depende completamente de las herramientas y la técnica utilizada. Hasta hace pocos años, el derretimiento de la grasa inyectada era casi una regla. Sin embargo, en los últimos años, con el avance de la tecnología, la probabilidad de retener los aceites suministrados ha aumentado considerablemente. El hecho de que las celdas tomadas no entren en contacto con el aire, las dimensiones de los inyectores a los que se inyectan los aceites, la presión aplicada son tan importantes como las herramientas y técnicas utilizadas.